Carmelo Chillida (1964) reflexiona que “con el tiempo la literatura o la poesía se van alejando de la realidad real, se van petrificando hasta que sus formas ya no sirven para expresarse, y entonces uno tiene que buscar nuevas formas”. No se trata de “desacralizar” la poesía, subraya; para él, como lo registra el zen: todo es sagrado”.
La obra de Chillida, que algunos llaman antipoesía, o bien lo que él llama “poesía testimonial”, es “bastante autobiográfica y no se rige por convenciones ‘poéticas’”, aunque en ella hay rimas escondidas, aliteraciones, música.
Fuente: venezuelanpress.com.