Bolaño Roberto

Roberto Bolaño

Roberto Bolaño Ávalos  (Santiago de Chile28 de abril de 1953-Barcelona15 de julio de 2003)1​ fue un escritor y poeta chileno, autor de más de dos decenas de libros, entre los cuales destacan sus novelas Los detectives salvajes, ganadora del Premio Herralde en 1998 y el Premio Rómulo Gallegos en 1999, y la póstuma 2666.

Luego de su muerte se ha convertido en uno de los escritores más influyentes en lengua española, como lo demuestran las numerosas publicaciones consagradas a su obra y el hecho de que tres novelas —además de las ya citadas Los detectives salvajes y 2666, la breve Estrella distante— figuren en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles, con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.23

Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, entre ellos inglés, francés, alemán, italiano4​ y neerlandés. Al momento de su muerte tenía 37 contratos de publicación en diez países. Póstumamente la lista creció para incluir más países, entre ellos Estados Unidos,5​ y ascendió a 50 contratos y 49 traducciones en doce países,6​ todos ellos previos a la publicación de 2666, su novela más ambiciosa.7​ Además, el autor goza de excelentes críticas tanto de escritores como de críticos literarios contemporáneos y se le considera uno de los grandes autores hispanoamericanos del siglo XX, junto con otros escritores de la talla de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, con quien suele ser comparado.85


Biografía

Infancia en Chile

Hijo del camionero y boxeador9​ León Bolaño y de la profesora Victoria Ávalos, así como nieto de un militar (quien posiblemente despertó su posterior afición por los juegos de guerra).10​ Fue parte de una familia de clase media baja,11​ alejada del mundo de las letras, si bien su madre solía leer best sellers con relativa frecuencia.12​ Solo tuvo una hermana menor.13

Roberto nació en Santiago de Chile, pero nunca vivió ahí.11​ Pasó parte de su infancia en Valparaíso y Viña del Mar, donde realizó sus primeros estudios en Quilpué y Cauquenes.1415​ Sin embargo, donde vivió la mayor parte de sus primeros años fue en Los Ángelesprovincia de Biobío.16​ En Quilpué, donde vivió entre 1960 y 1964,17​ realizó su primer trabajo a los diez años de edad, como boletero de una línea de autobuses en el trayecto Quilpué-Valparaíso.14​ Fue un escolar con dislexia, si bien esto, en palabras del escritor, no significó un problema para su aprendizaje.18

La relación de sus padres era inestable, con continuas separaciones y reencuentros. Su madre, que había visitado México en algunas ocasiones, convenció a León de irse a vivir juntos a Ciudad de México.11

Juventud en México

El futuro escritor se trasladó con su familia a México en 1968, con quince años de edad,14​ el mismo año del movimiento estudiantil que provocó la invasión del ejército a la Ciudad Universitaria de la UNAM y al Casco de Santo Tomás, y posteriormente la Matanza de Tlatelolco. Estos hechos, que sucedieron a fines del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (PRI) y que costaron la vida a cientos de mexicanos, serían más tarde narrados por Bolaño en su novela Amuleto (1999).19

En México D. F. Roberto continuó sus estudios secundarios por un breve tiempo, abandonándolos definitivamente a los dieciséis, para dedicarse a leer y escribir diariamente. Nunca terminó la secundaria y por lo tanto tampoco inició estudios superiores. Fue desde su adolescencia un lector voraz, que leía desde literatura mexicana y thriller policiales hasta obras clásicas de HoracioOvidio y Arquíloco.11​ Durante esta época fue un asiduo visitante de la biblioteca pública de la capital mexicana, ciudad en la que se desenvolvió realizando distintos trabajos, tales como el de periodista,4​ o incluso vendiendo lámparas de la Virgen de Guadalupe, al mismo tiempo que escribía obras de teatro y poesía.20​ Según el poeta chileno Jaime Quezada, amigo de Victoria Ávalos y que entre 1971 y 1972 vivió en la casa de Roberto, Bolaño tenía por entonces muy pocas amistades y salía poco de su casa.21

Es en la capital mexicana donde se comenzó a gestar la carrera literaria de Bolaño. México D. F. y Ciudad Juárez son los escenarios de sus libros más afamados, Los detectives salvajes y 2666, respectivamente, adoptando en este último el nombre ficticio de Santa Teresa.20

En Ciudad de México la familia de Bolaño vivió en la colonia Lindavista, luego en la Colonia Nápoles y más tarde en la Colonia Guadalupe Tepeyac.11

Breve regreso a Chile


En 1973 regresó a Chile con el propósito de apoyar el proceso de reformas socialistas de Salvador Allende a través de la Unidad Popular, al mismo tiempo que para experimentar la sensación de libertad extrema manifestada por la Generación beat.11​ Tras un largo viaje en autobús, a dedo18​ y en barco (atravesando prácticamente toda América Latina) llegó a Chile el mes de agosto de ese año, pocos días antes del golpe de Estado del 11 de septiembre,11​ alojándose en Santiago en la casa de Jaime Quezada, quien había regresado hacía poco de México, donde vivió a su vez en la casa de la familia de Bolaño.22

En Chile aprovechó para visitar a sus parientes en Los ÁngelesMulchén y Concepción.11​ Sin embargo, fue detenido en noviembre en un autobús cuando se dirigía desde Los Ángeles hacia Concepción para visitar a un amigo,22​ siendo liberado ocho días después gracias a la ayuda de un antiguo compañero de estudios en Cauquenes que se encontraba entre los policías que debían custodiarlo. Sobre esta experiencia se basa su cuento Detectives, publicado en Llamadas telefónicas y donde aparece bajo su álter ego literario Arturo Belano.23​ Luego de esta experiencia, Bolaño decidió abandonar su país natal, no visitándolo sino hasta veinticinco años más tarde.24

Regreso a México


Bolaño regresó a México en enero de 1974,11​ nuevamente viajando por tierra desde Chile,4​ deteniéndose un tiempo en San Salvador, capital de El Salvador. Sobre esta breve estadía, el escritor afirmó que en ella conoció al poeta Roque Dalton y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, algunos de cuyos miembros tuvieron que ver con el asesinato de Dalton.25​ Sin embargo, hay estudiosos que niegan este hecho y opinan que probablemente se trate de un mito.26

Ya de regreso en México conoció al que se convertiría en su mejor amigo, el poeta Mario Santiago Papasquiaro, y al chileno Bruno Montané (a quienes Bolaño representaría, respectivamente, mediante los personajes de Ulises Lima y Felipe Müller en su premiada novela Los detectives salvajes).27

Un año después, en 1975, con Papasquiaro, Montané y otros amigos fundarían el movimiento infrarrealista que, surgido a partir de reuniones y tertulias bohemias en el Café La Habana de la Avenida Bucareli,20​ se opuso radicalmente a los poderes dominantes en la poesía mexicana y al establishment literario de ese país, que tenía a Octavio Paz como su figura preponderante.28​ Durante este tiempo en México, Bolaño comenzó a escribir prácticamente todos los días desde la madrugada hasta el amanecer, manteniendo una rigurosa constancia.29

Además de los infrarrealistas y amigos afines al movimiento, Bolaño frecuentó a poetas mexicanos más adultos, como Hugo Gutiérrez Vega y Efraín Huerta, o los chilenos exiliados en México Poli DélanoHernán Lavín Cerda y el ecuatoriano Miguel Donoso Pareja.29

A mediados de la década de 1970, su madre se va a vivir a España, mientras que su padre se queda en México y forma una nueva familia.11​ En 1976, poco antes de que con los infrarrealistas publicaran su primera antologíaPájaro de calor, Lisa Johnson, quien fuera su mayor amor mexicano, rompió con él, siendo esta una de las principales razones de que dejara México y decidiera irse a vivir a Europa.30​ En un principio Bolaño pensó viajar a Suecia, donde tenía un trabajo más o menos asegurado.31​ Sin embargo, su madre se encontraba enferma en Barcelona, por lo que se decidió entonces ir a acompañarla a esta ciudad, quedándose definitivamente en Cataluña.32​ Carla Rippey, amiga de Bolaño y de los infrarrealistas en ese tiempo, aporta otra razón que motivó la partida del escritor, relacionada con un «hostigamiento injusto» por parte de las autoridades hacia su familia, debido a una acusación policial en contra de un exnovio de su hermana.6

El infrarrealismo



En 1975, Bolaño, Mario Santiago y otros dieciocho jóvenes poetas, en su mayoría mexicanos, fundan en Ciudad de México el movimiento poético del infrarrealismo, siendo liderado por ambos.33​ El movimiento se fundó como tal en casa del poeta Bruno Montané, en México D. F., en 1976.9

Ese mismo año, Bolaño publicó su primer libro de poesía, Reinventar el amor, en la imprenta artesanal de su amigo Juan Pascoe llamada Taller Martín Pescador.6nota 1​ También ese año escribió el primer manifiesto infrarrealista,35​ que acaba con una frase que, según la periodista Montserrat Madariaga, resume el «canon literario» que acompañó al escritor a lo largo de su vida:3637

«Déjenlo todo, nuevamente láncense a los caminos.»

Roberto Bolaño, primer manifiesto infrarrealista. México, 1976

El origen del término es francés, y el intelectual Emmanuel Berl lo atribuye a uno de los fundadores del surrealismo, el escritor y político Philippe Soupault (1897-1990), quien también fue uno de los impulsores del dadaísmo.5​ Según Bolaño, el nombre surgió inicialmente de la mano del chileno Roberto Matta (1911-2002), artista que acuñó el término «infrarrealismo» en la década de 1940, luego de que André Breton lo expulsara del surrealismo, siendo así su único practicante hasta que el término es recuperado como corriente literaria.3338

Además de Bolaño, Mario Santiago y Montané, el movimiento infrarrealista contó entre sus cofundadores con poetas como José Vicente AnayaRubén MedinaRamón Méndez Estrada y el peruano José Rosas Ribeyro, entre otros. Por aquel entonces Bolaño, en presencia de Bruno Montané, quemó unas setecientas páginas que había escrito en obras de teatro, como acto simbólico que reafirmaba su dedicación exclusiva a partir de entonces a la poesía.28

El movimiento buscaba romper con lo oficial y establecerse como vanguardia, boicoteando actos literarios de distintos artistas, entre ellos Octavio Paz.33​ La poeta y escritora Carmen Boullosa, en una ocasión, expresó su temor a Bolaño de que él con los «infras» boicotearan su lectura poética.5

A través del infrarrealismo, la poesía de Bolaño y Mario Santiago se caracterizó por su cotidianidad, su disonancia y sus elementos dadaístas. Papasquiaro cultivó este género hasta el final de su vida, pero Bolaño lo fue abandonando poco a poco por la prosa, aunque él mismo nunca dejó de considerarse un poeta.5

Respecto a su relación con este movimiento, comentó el escritor Juan Villoro:

«Se podría sostener que el infrarrealismo lo determinó como escritor de la misma forma que el alejamiento de la corriente le permitió iniciar su carrera como novelista. México para él fue central, porque lo determinó como escritor (...) el México nocturno, el México de las calles, del habla cotidiana, de un destino quebrado y a veces trágico y el humor lo cautivaron. No es casualidad que sus dos novelas más grandes las haya centrado en México, Los detectives salvajes y 2666

Juan Villoro39

Póstumamente, al infrarrealismo la prensa crítica estadounidense lo llamó en diversas ocasiones «modernismo visceral» y «realismo visceral».15​ Este último nombre es el que utiliza Bolaño para referirse al movimiento en su novela Los detectives salvajes, la cual escribió a partir de numerosas notas de ese tiempo en donde iba inmortalizando lo que le ocurría a él y a los demás infrarrealistas.29

En España

El poeta Bolaño emigró a España en 1977, concretamente a Cataluña, donde ya vivía su madre, poco después que lo hiciera el otro infrarrealista Bruno Montané. Por esa misma época Mario Santiago Papasquiaro también pasó por Europa, especialmente por París, antes de continuar viaje hasta Israel. El propio Bolaño afirmó tiempo después que esta fue la última ocasión en que vio personalmente a su amigo Mario Santiago —si bien nunca perdieron el contacto a través de correspondencia y algunas llamadas telefónicas— y que en la Estación de Port-Vendres en Francia dieron por acabado el infrarrealismo. Esto último fue en efecto así para Bolaño, quien iría progresivamente dejando la poesía para dedicarse más a la narrativa, pero Papasquiaro regresó en 1979 a Ciudad de México, y consiguió resucitar el movimiento, con algunos antiguos miembros y otros nuevos.32

En España y otros países tales como Francia, desempeñó diversos oficios, tales como lavaplatos, botones, camarero, encargado de la recolección de basura, vigilante nocturno de cámpingdescargador de barcos, vendimiador durante el verano o vendedor en un almacén de barrio.254​ Sus ratos libres los dedicaba a escribir, y en algunas ocasiones en que el dinero escaseaba, optó por robar libros.15


La primera ciudad donde se estableció Bolaño de manera estable fue en Barcelona. Luego de alojarse un breve tiempo en la entonces llamada avenida José Antonio —actual Gran Vía de las Cortes Catalanas31​ vivió durante un año en la adoquinada calle Tallers, ubicada en el barrio de El Ravaldistrito de Ciutat Vella, a dos cuadras de la plaza de Cataluña. Su humilde apartamento, de 25 metros cuadrados, estaba en la cuarta planta de un antiguo convento, con un baño compartido con los demás vecinos, sin timbre eléctrico y con dos ventanas exteriores que miraban hacia otro edificio, al otro lado de la calle. Con sus amigos escritores y poetas, solían reunirse en los futbolines ubicados en la misma Tallers, frente al bar Cèntric y cercano al bar Parisienne, en los cuales Bolaño se tomaba un café cuando tenía dinero. El chileno solía dar largos paseos a pie por el barrio. Posteriormente se trasladó a vivir con su hermana, su madre y la pareja de esta a un edificio modernista en la calle Gran Vía, cerca de la plaza España. Es entonces cuando consigue el trabajo de vigilante nocturno en el camping La Estrella de Mar en Castelldefels, a 24 kilómetros de Barcelona y adonde Bolaño debe desplazarse diariamente,40​ durante los veranos y algunos inviernos entre 1978 y 1981.41

Desde Barcelona Bolaño mantuvo contacto con Juan Pascoe, intentando publicar en México un segundo libro de poemas en el Taller Martín Pescador. Si bien este proyecto no acabó por concretarse, el chileno consiguió aparecer en 1978 en las antologías Algunos poetas en Barcelona —junto con sus amigos Bruno Montané y A. G. Porta— y Novísima poesía latinoamericana, esta última publicada en el D. F. Además, al año siguiente se publicó, también en Ciudad de México, Muchachos desnudos bajo el arcoíris de fuego. Once jóvenes poetas latinoamericanos, una antología cuya aparición había dejado acordada con la Editorial Extemporáneos antes de su partida a Europa, que incluye una presentación de Efraín Huerta y poemas suyos, de Mario Santiago, Bruno Montané, Hernán Lavín CerdaJorge PimentelEnrique Verástegui y Orlando Guillén, entre otros.6

Durante estos primeros años en España, Bolaño creó también junto con Bruno Montané la revista de poesía RVAC (Rimbaud vuelve a casa), cuyo único número fue financiado por este último. A través de ella se despidieron formalmente del infrarrealismo. Luego intentaron convertirla en una mini editorial bajo el nombre Rimbaud vuelve a casa Press, y publicaron dos o tres números de una revista de escaso tiraje denominada Berthe Trépat, en la cual se incluyeron poemas de Enrique LihnSoledad BianchiWaldo RojasClaudio Bertoni y Diego Maquieira, entre otros.42

Los años difíciles en Gerona

El escritor dejó la capital catalana en 1980, habiendo ya escrito una primera versión de su novela Amberes,40​ y se muda a Gerona, concretamente a la calle Capuchinos, en el casco antiguo, donde inicia el contacto por correspondencia con uno de sus poetas chilenos favoritos, Enrique Lihn.43​ Durante la década de 1980 pudo comenzar a sustentarse económicamente, aunque solo en parte,10​ ganando concursos literarios municipales,25​ en los cuales es instado a participar gracias a los consejos del escritor argentino exiliado en España Antonio Di Benedetto, a quien por esto dedica su cuento «Sensini».5

En 1981 conoce en esta ciudad a Carolina López, de veinte años de edad (Bolaño tenía veintiocho), catalana que trabaja en los servicios sociales y quien sería su futura esposa. Carolina recuerda que la abordó en la calle, y la invitó a cenar.44

En 1983 junto a Bruno Montané lanzaron un único número de la revista Regreso a la Antárdida, con tres poetas (entre ellos el mismo Bolaño) y tres dibujantes. Los ejemplares fueron meras fotocopias y llegaron a escasas personas además de los mismos participantes.42

En el invierno de 1984 Roberto y Carolina comienzan a vivir juntos.10​ Ese mismo año publicó también su primera novela, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, escrita a dúo junto con el catalán A. G. Porta y ganadora del Premio Ámbito Literario.14​ El mismo año resulta ganador del Premio Félix Urabayen por su novela La senda de los elefantes,45​ que ya había sido postulada anteriormente, con otro nombre, a otro concurso literario. Esta novela sería más adelante, en 1999, reeditada por la Editorial Anagrama bajo el nombre de Monsieur Pain.46

Establecimiento en Blanes


La joven pareja se casa en 1985. Ese verano se trasladan a Blanes, un pequeño municipio ubicado en la Costa Brava de Cataluña, a 70 kilómetros de Barcelona, para que Roberto pueda trabajar en la tienda de bisutería montada por su madre en 1983.31​ Carolina consigue allí un trabajo de servicio social en el ayuntamiento ese mismo verano, y por esta razón, en 1986,45​ se establecen allí definitivamente.10

Con Carolina tendrían dos hijos: Lautaro y Alexandra.43​ Con el nacimiento de su primogénito en 1990, Bolaño, que hasta entonces casi solo escribía poesía, decidió volcarse hacia la narrativa, como forma de hacer su oficio más rentable y poder así sostener a su creciente familia.5​ En 1992 se entera de la enfermedad que lo aqueja, y con la que cargaría por poco más de una década,18​ a menudo priorizando su trabajo como escritor sobre el cuidado de su salud.47

Al año siguiente publicó su tercera novela, La pista de hielo,45​ y Los perros románticos, una recopilación de sus poemas escritos en España desde su llegada en 1977 hasta 1990, con el cual ganó en 1994 el Premio Literario Ciudad de Irún48​ y el Premio Literarios Kutxa Ciudad de San Sebastián, a mejor libro de poesía en castellano.49

En 1996 publicó las novelas La literatura nazi en América y Estrella distante, con excelente crítica y que les comenzará a dar un cierto prestigio, y al año siguiente su primer libro de cuentos, titulado Llamadas telefónicas,45​ con el cual obtiene el Premio Municipal de Santiago de Chile,14​ el Premio Ámbito Literario de Narrativa y el Premio Literario Kutxa Ciudad de San Sebastián, este último por su cuento «Sensini».49

Blanes fue el último lugar donde vivió el escritor, hasta su muerte. Residió en las calles Lloro6​ y Ample, paralelas y contiguas, situadas muy cerca de la playa hacia el Mar Mediterráneo.50

La consolidación literaria


El reconocimiento de la crítica y la fama del escritor se consolidan abruptamente en 1998, año en que se convierte en el primer escritor chileno en obtener el Premio Herralde de Novela gracias a su obra Los detectives salvajes. El 2 de agosto del año siguiente, repite la novedad al obtener el Premio Rómulo Gallegos por la misma novela,51​ sobre la cual Enrique Vila-Matas escribió:

«Los detectives salvajes —vista así— sería una grieta que abre brechas por las que habrán de circular nuevas corrientes literarias del próximo milenio. Los detectives salvajes es, por otra parte, mi propia brecha; es una novela que me ha obligado a replantearme aspectos de mi propia narrativa. Y es también una novela que me ha infundido ánimos para continuar escribiendo, incluso para rescatar lo mejor que había en mí cuando empecé a escribir.»

En Los detectives salvajes Bolaño se retrata a sí mismo a través de su álter ego Arturo Belano, compartiendo con su mejor amigo de la vida real, el poeta Mario Santiago Papasquiaro, para el cual utiliza el apodo de Ulises Lima. Papasquiaro falleció el 10 de enero de 1998, poco después de que Bolaño acabara de corregir la novela, y por lo tanto no alcanzó a leerla.53

Luego de Los detectives salvajes, a Bolaño lo comienzan a invitar de manera frecuente para asistir a entrevistas y conferencias, así como para escribir publicaciones en revistas y medios de prensa. A fines de 1998 acepta el compromiso de escribir una columna de frecuencia aproximadamente semanal para el Diari de Girona, periódico en lengua catalana de la Provincia de Gerona (a la cual pertenece Blanes) donde también publicaba el escritor José María Gironella. Su primera entrega (que eran escritas en castellano, y luego traducidas por los editores al catalán) es publicada en enero de 1999, y estas se extienden hasta la primera mitad de 2000, totalizando aproximadamente medio centenar de columnas y reseñas literarias. Luego de suspendida su colaboración regular con ese medio, Bolaño acepta la propuesta de su amigo Andrés Braithwaite para colaborar en el periódico chileno Las Últimas Noticias (que por entonces aún no se había convertido en un medio de farándula) y publicar una columna similar a la que tenía en el Diari de Girona y que, por iniciativa de Braithwaite, se llamó Entre paréntesis. La gran mayoría de estas publicaciones, comprendidas entre mayo de 1999 y enero de 2003, así como las del Diari de Girona, más conferencias y entrevistas, se encuentran en su libro póstumo que lleva como título el de su columna chilena (2004).54

Paralelamente a lo anterior, en noviembre de 1998 viaja por primera vez a Chile luego de 25 años de ausencia, invitado para hacer de jurado en un concurso de cuentos organizado por la revista Paula. El escritor, en compañía de su esposa y su hijo Lautaro, es recibido por una comitiva que incluye a su abuela María Olga, Alexandra Edwards (directora de la revista), y la periodista y escritora Totó Romero.24​ Durante su estadía se presenta en programas de televisión y es entrevistado por distintos medios nacionales, tales como los diarios Las Últimas Noticias,55​ y La Nación,56​ un periódico de La Serena, y las revistas Paula24​ y Ercilla.57​ Además aprovecha de saludar telefónicamente a Pedro Lemebel el día de su cumpleaños, así como de visitar a Nicanor Parra, para Bolaño «el mejor poeta vivo en lengua española».24

Pese a esta ajetreada vida de entrevistas, a la obtención de premios y nuevas aperturas laborales, el escritor continuó manteniendo un estilo de vida austero, sin lujos ni ostentaciones. En cuanto a las ventas de sus libros en vida, salvo por Los detectives salvajes fue un autor minoritario, que no percibió grandes ingresos.5​ Su estudio de trabajo, ubicado en Blanes en la misma calle que la casa que compartía con Carolina López, no poseía calefacción y carecía de cualquier comodidad.58

En 1999 publicó Amuleto, que profundiza en una de las historias narradas en Los detectives salvajes, y en noviembre de ese año viajó nuevamente y por última vez a Chile, con motivo de la Feria del Libro. En esta ocasión, sin embargo, el recibimiento de algunos de sus colegas escritores fue más hosco, debido a sus comentarios críticos sobre la literatura chilena publicados en mayo de ese año en una entrevista para la revista Ajoblanco en Barcelona. En ese viaje, en compañía de su esposa Carolina López y su hijo Lautaro, así como de la joven escritora Lina Meruane, visitaron a la escritora Diamela Eltit y su esposo, el político izquierdista Jorge Arrate, quienes a su vez invitaron a Pablo Azócar.59​ Ya de regreso en España, escribió un libro inspirado en este viaje, Nocturno de Chile que se publicó en 2000, y al año siguiente publicó su segundo libro de cuentos, Putas asesinas.45

En 2001 el escritor español Javier Cercas publicó su novela testimonio Soldados de Salamina, en donde Bolaño figura como el personaje que lo estimula a acabar el libro, mientras que el 2003 fue homenajeado por el mexicano Jorge Volpi en su libro El fin de la locura.18

Últimos días y despedida

Bolaño no solía viajar demasiado, pero durante su último semestre de vida realizó varios viajes. Visitó Londres, por invitación del editor Christopher MacLehose, quien publicó Nocturno de Chile en inglés; también ParísTurín, invitado por el editor francés Christian Bourgois y por los editores italianos Elvira y Antonio Sellerio, respectivamente. En París y Turín se encontró también con su amigo y editor español, Jorge Herralde.47

A mediados de 2003, unas pocas semanas antes de su fallecimiento, durante una reunión de escritores latinoamericanos en Sevilla, el escritor argentino Rodrigo Fresán se refirió a Bolaño como el líder indiscutible tanto de él como de otros escritores contemporáneos, tales como Jorge Volpi o Gamboa.5


El 1 de julio Carmen Pérez de Vega, su pareja desde hacía algún tiempo, lo llevó urgentemente desde Blanes al Hospital Universitario Valle de Hebrón de Barcelona, donde fue internado.60​ Un día antes, en muy mal estado de salud, conversó extensamente y como era lo usual con Jorge Herralde en las oficinas de la Editorial Anagrama, acerca de literatura y su novela en proceso 2666, y le entregó el manuscrito de su último libro de cuentos, El gaucho insufrible, que se convertiría poco después en su primera obra póstuma.47​ Bolaño falleció el martes 15, tras pasar diez días en coma como consecuencia de una insuficiencia hepática mientras esperaba en vano un donante para realizarse un trasplante de hígado.15​ Su hijo Lautaro tenía trece años y su hija Alexandra, dos. Dejó los derechos de toda su obra escrita en manos de su esposa e hijos.10​ Su cuerpo fue velado en el tanatorio de Les Corts,61​ donde además el 16 de julio se efectuó un funeral laico, donde Herralde pronunció un discurso de despedida.47​ Luego sus cenizas fueron arrojadas al Mar Mediterráneo.62

Su última entrevista llevó por título «Estrella distante», como su libro homónimo, y fue realizada por la periodista Mónica Maristain de la revista Playboy de México.18​ Además del acabado libro de cuentos El gaucho insufrible, dejó inconclusas varias obras, así como manuscritos, poemas inéditos y diarios de vida, entre otros documentos.31​ También dejó obras casi terminadas, como es el caso de su monumental novela 2666, la cual dejó pensando en que fuese distribuida como cinco libros independientes, de modo de asegurar así el sustento de su esposa e hijos, a pesar de lo cual estos estuvieron de acuerdo en publicarla como una sola unidad, como había sido pensada desde su concepción.15​ En esta última novela Bolaño llevó al extremo su capacidad fabuladora, esta vez en torno a un personaje, Benno von Archimboldi, mediante el que retoma la figura del escritor desaparecido en medio de Santa Teresa, trasunto de Ciudad Juárez, en México, ciudad en la cual se suceden con horror múltiples feminicidios.15

Bolaño vivió sus últimos años saliendo poco de casa. Se mostraba muy sobreprotector con sus hijos. Hasta el final mantuvo, no obstante, según dicen sus amistades cercanas, su calidez, su sentido del humor y su ironía intactos, así como su gusto por las largas conversaciones, las polémicas y el debate.63

Homenajes póstumos

En 2004, un año después de su muerte, Bolaño obtuvo el Premio Salambó a la mejor novela escrita en español, por 2666. El jurado destacó el nivel y diversidad de los cinco finalistas, todos ellos «libros nobles, respetables y muy notables», considerando sin embargo a este «el resumen de una obra de mucho peso, donde se decanta lo mejor de la narrativa de Roberto Bolaño (...) que supone un gran riesgo y lleva al extremo el lenguaje literario de su autor».64

Tras su muerte, la obra de Bolaño se difundió aún más en el mundo de habla hispana, pero también en Francia y Estados Unidos, donde estuvo en la lista de los 10 mejores libros del año de algunos de los más prestigiosos medios, como el The New YorkerSlate y Bookforum.65​ En 2006 se publicó en Estados Unidos el libro Last Evenings on Earth, conformado por cuentos de Llamadas telefónicas y Putas asesinas, el cual fue elegido por The New York Times como uno de los libros del año.66​ Los cuentos restantes que no fueron recopilados en dicha novela aparecieron en 2010 bajo el nombre de The Return.

En una entrevista del 25 de marzo de 2010, la cantante y poeta estadounidense Patti Smith, a quien Bolaño admiraba,40​ afirmó que «2666 es la primera obra maestra del siglo XXI» y que «leer a Bolaño ha sido una revelación para mí». El domingo 28 de marzo de ese año, dedicó un recital al escritor, cerrando el festival de Palabra y Música de Gijón, estrenando un poema-canción que habla sobre el chileno.67

Su esposa e hijos continuaron viviendo en Blanes. Los libros póstumos del autor han sido publicados por la Editorial Anagrama bajo el estricto seguimiento de Carolina. La viuda de Bolaño, que poco después de la muerte de este contactó a la agencia de Carmen Balcells para que administrara los derechos de la obra del chileno y quien a mediados de 2009 optó por el famoso agente literario estadounidense Andrew Wylie,60​ a diciembre de 2010 había aceptado dar solo cuatro entrevistas de prensa, con propósitos específicos: desmentir una supuesta adicción a la heroína de Bolaño, expresar su desacuerdo por la aparición de Adolf Hitler en la portada del libro La literatura nazi en América, y desmentir la existencia de contratos cinematográficos para Los detectives salvajes.10

​Fuente: es.wikipedia.org.

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