Ser verdadero

La obra de Medina se constituye como un monólogo en el que la imagen desempeña el fundamento mismo de la expresión, de una condición evocativa o invocativa , a menudo exorcizante, que adquieren poder imprecatorio, que cruzan ráfagas de ira, autocastigo y reflexiones sobre la muerte. Medina en la abundancia de su obra, en la reiteración de sus temas y escritura, no sólo representa un momento definido de la evolución poética venezolana, aquel en que prevalecía un sentido noble y jerárquico, sino la vigencia de una estética del lenguaje que no han logrado destruir las rebeliones de la antipoesía o del lirismo fácil. Al recoger una selección de su poesía en este volumen, Monte Ávila tributa con ello un homenaje a un poeta de vasta y sostenida trayectoria que arrancando de un sentimiento fresco, ingenuo, del paisaje interior, presentes en Rumor sobre diciembre (1949) y Vísperas de la aldea (1949), alcanza madurez desesperanzada pero estoica, en Testigo de verano (1969) y Sobre la tierra yerma (1971).

Fuente: texto de contraportada.