"Con cualquier mano capaz de expresar el sentimiento de todos, la ciudad moderna se escribe a sí misma sobre sus paredes. Las siglas de un movimiento político, un seudónimo o el nombre de algún personaje sumamente conocido, colocados como firma al pie de un graffiti, no identifican nunca al autor de la frase, sino que forman parte de ella, como si siempre se tratara de citas -o de citas de otras citas-, las cuales remiten a un mismo autor, cuya identidad está disuelta en el colectivo.
En los textos poéticos aquí reunidos hablan el pintor Velázquez, Bach, Hamlet, la Maja de Goya, el desconocido autor de los graffiti, el Traductor y la Editorial, entre otros personajes. Más que un juego de ocultamiento, esta pluralidad y diversidad parecen evocar una presencia anónima: la voz de la calle, la voz de la Historia. "
