"Un pueblo que tiene imaginación y la ejercita a diario, es un pueblo muy peligroso para la gente que pretende subyugarlo".
–Hesnor Rivera
Gramática del alucinado es el último libro en el que trabajó Hesnor Rivera. Él mismo llegó a mencionar su deseo de que fuese publicado junto a un CD con su voz. Cuando se creía esa obra extraviada, nunca concluida y hasta producto de la imaginación de sus lectores, apareció entre los archivos que en 2014 la familia del poeta entregó a Valmore Muñoz Arteaga y que ahora a la Fundación La Poeteca junto a una selección de poemas también inéditos, escritos entre 1988 y 1999.
En la introducción a esta breve e iluminadora joya, el propio Hesnor Rivera propone la necesidad de que cada quien, sin miramientos académicos, "escriba todos los días su propia Gramática del alucinado, con fantásticos futuros pluscuamperfectos y mágicos presentes indefinidos". En este testimonio de 1996, el también periodista y locutor, señala que siempre le ha llamado la atención "el hecho de que los párvulos y los adolescentes no logren aprender gramática, y lleguen a la universidad con errores inimaginables y con una incapacidad para leer, o para entender lo que leen, capaz de conmover a un rinoceronte", esperando que la obra "despierte en la imaginación ajena otras gramáticas en las que las alucinaciones alcancen el loco y enamorado dinamismo de los bellos seres del mundo". (...)
Fuente: eluniversal.com.