Serie: | Colección Altazor |
Editoras: | Monte Ávila Editores |
Géneros: | Poesía |
Autoría: | Montejo Eugenio |
Páginas: | 67 pages |
Tags: | Poesía venezolana, Poesía latinoamericana |
Language: | Español |
Dueño: | Bibliteca Javier Lazarte |
Notas extras: | NA |
(...) "Terredad es a un tiempo el credo literario y la poética, la forma y el fondo, de la obra del hombre que en la vida fuera de la literatura se llamó Eugenio Hernández. Desde su publicación el año 1978 en la mítica Colección Altazor de la editorial estatal venezolana Monte Ávila Editores, la atmósfera especial que emanaba este libro —en donde se encuentran poemas clásicos de la obra de Montejo como “Los Gallos”, “Soy esta vida”, “Los árboles de mi edad” y el que da título al conjunto— fue descrita como un “encuentro consigo mismo, en el ámbito de su condición existencial (…) asumida con religiosidad laica”. Así reza, con sorpresivo tino, la contraportada del magro volumen de 72 páginas. Llamo “sorpresivo” al tino porque no podía saberse entonces cuando apenas tenía cuatro libros publicados que Montejo se convertiría en un poeta fundacional de la tradición lírica contemporánea de Venezuela y del continente americano completo. Ni tampoco podía saberse que esa palabra “terredad” que había inventado se convertiría en el sustantivo de su manera de hacer poemas y su enorme legado para la literatura.
Los significados de “terredad” son múltiples y cada uno añade una capa de profundidad a la obra poliédrica del autor nacido en Valencia (Venezuela) el año 1938. “Estar aquí por años en la tierra/ con las nubes que lleguen, con los pájaros,/ suspensos de horas frágiles”, escribe Montejo en el poema: “Estar aquí en la tierra: no más lejos/ que un árbol, no más inexplicables,/ livianos en otoño, henchidos en verano”. De esa manera nombraba la condición tan extraña de las personas de saber que su existir sobre la tierra transcurre entre dos nadas: la que precede al nacimiento y la que sigue a la muerte. El epígrafe del poeta franco-uruguayo Jules Supervielle (1884-1960) que abre el libro –“c’etait le temps inoubliable où nous étions sur la terre; “era el tiempo inolvidable cuando estuvimos sobre la tierra”— nos ofrece una clave para leer no solo el libro, sino toda la obra de Montejo: se trata de habitar radicalmente el momento, en todas sus dimensiones: la cósmica y la material. Ser al mismo momento un individuo de espíritu y estar en la realidad". (...)
Fuente: colofonrevistaliteraria.com.