Serie: | NA |
Editoras: | Pomaire |
Géneros: | NA |
Autoría: | Gibran Gibran |
Páginas: | 132 pages |
Tags: | NA |
Language: | Español |
Dueño: | Donado por Hermann Gómez |
Notas extras: | NA |
El Profeta habla al alma de sus escuchas (lectores), habla de lo bello en ellos, cuando éstos, al entrar en comunión con las leyes que por naturales son universales, se armonizan. ALMUSTAFA, el protagonista de la obra, mantiene la postura que es su apuesta desde el AMOR. Hace recordar con ésta, la manera socrática, cuando, en el banquete, el sabio sugiere que: -Loar (al Dios Eros, en ese caso) es elegir entre todas las verdades, por el Dios emanadas, las más bellas-. ALMUSTAFA, por su propia elección, y como caminante, vive en soledad, silencio, escucha, reflexión. El caminante elige, región y gentes: las de ORFALASE, para vivir su experiencia. Allí, inicialmente, sólo es aceptado, escuchado y por lo tanto, animado, por una mujer que hacía el oficio de sacerdotisa en el templo: ALMITRA. Misma quien escuchara, y pensativa se quedara, sus últimas palabras, antes de él partir hacia las tierras de su origen. El pueblo de ORFALASE, no obstante su inicial rechazo al extraño caminante, poco a poco, va afectándose de una también extraña e insondable felicidad, lo que le hace intuir que el extranjero no sólo es extraño sino sabio, comienza, entonces, a atraerlo hacia sí, pero, el extraño se rehúsa a toda invitación, honor, protección. El extraño extranjero, sólo camina, escucha, reflexiona, y vive. Al final de la estadía de ALMUSTAFA en ORFALASE, al llegar el barco en que habría éste de irse, momento de su partida, el pueblo de ORFALASE: reunido, desde todos los confines de su región, en la plaza, frente al templo y su sacerdotisa; pide, al ahora Maestro, que hable, que enseñe lo que ha descubierto, que les regale con lo que le ha sido develado para ellos transmitirlo a sus hijo y éstos a los suyos. Es un acontecimiento, muy especial, esta reunión, pues, no sólo ALMUSTAFA sabe, que debe dar algo a cambio del hospedaje que ha recibido, al permitírsele, aunque extraño y extranjero, hacer su experiencia, experiencia misma que sin las gentes de ORFALASE, no hubiese sido posible, sino que; al partir, siente el duelo de la separación, le duele dejar las gentes, las experiencias vividas y la región misma. Desea ALMUSTAFA entonces, dejar, así como también ORFALASE, recibir, ese amoroso dolor de separación, puesto en palabras y, para aquellos de quienes esas mismas palabras provienen. (...)
Fuente: salvablog01.files.wordpress.com.