José Tomás Angola Heredia es un escritor, dramaturgo, poeta, narrador, director y actor teatral venezolano. (Caracas, 7 de septiembre de 1967).
Es periodista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Venezuela en 1989. Hizo cursos en (Nueva York, USA) y en la Columbia University (Nueva York, USA) en 1995, así como en de Quito, Ecuador, en 1993.
Su obra poética mereció en 1996 una mención en la Bienal Nacional de Literatura “Miguel Ramón Utrera” del Estado Aragua.
Obtuvo en el 2001 el Premio Municipal de Teatro de Caracas.
En el 2004 se hizo acreedor a una mención en el VII Certamen Internacional de Teatro Breve de la Ciudad de Requena, Valencia, España.
En el 2005 obtuvo uno de los más prestigiosos galardones que se otorgan en su país para la narrativa, el premio del Concurso de cuentos de El Nacional, en su edición 60.
Entrado en los 40 años, con la tranquilidad que otorga la medianía del ciclo vital, José Tomás Angola es un comunicador social que ha explorado con éxito diversos géneros literarios como la poesía, la dramaturgia y el cuento, ejercicio que le ha hecho acreedor de diversas distinciones como la mención de honor en la Bienal de Poesía Miguel Ramón Utrera (1996) y el Premio Municipal de Teatro (2001).
También obtuvo en 2004 la mención de honor en el Séptimo certamen internacional de Teatro Breve, en Valencia (España), por su obra Bombardero sobre Londres.
En noviembre de 2007 la Fundación Venezuela Positiva lo honró con el reconocimiento Amigo de Venezuela, en un acto presidido por el Dr. Heraclio Atencio Bello.
En el 2008 recibió la Medalla Vicente Gerbasi por su obra póetica, otorgada por el Círculo de Escritores de Venezuela y entregada por la junta directiva de la institución formada por Carmen Cristina Wolf, Atanasio Alegre y Luis Beltrán Mago.
Algunos de sus libros son:
Nuevamente la editorial Actum sorprende con un poemario, Sin freno concebido, de José Tomás Angola. Puede ser que el personaje de sus páginas sienta que ha perdido la sindéresis y se lance en carrera hacia su propia sombra amenazante, pero el teclado de la computadora no se vio apresurado por el autor, porque este es un libro muy bien pensado y de medida exacta. De primer momento, los versos producen un desasosiego creciente, una tristeza de barranco. El que lleva la voz es a veces un automóvil, a veces el chofer o un pasajero, siempre embalado hacia quién sabe cuál destino, exasperado y solo, sin entender por qué está en medio de la vía y de la vida.
Como ensayista ha escrito para las revistas “Criticarte” (FUNDARTE), “Chasqui” (CIESPAL, Ecuador), “Equinoccio” (Círculo de Escritores de Venezuela) y el Diario 2001. Es colaborador habitual del periódico El Nacional. Varios de sus ensayos aparecen en la antología “Chávez de papel” (Editorial Actum, 2003), y su ponencia sobre el teatro de Arturo Uslar Pietri fue editada por la Universidad Metropolitana de Caracas, recopilada junto a otras conferencias, en el libro “A los amigos invisibles, Visiones de Arturo Uslar Pietri” (Universidad Metropolitana, 2006) en el marco del centenario del nacimiento de este autor. En 2013 participó con el ensayo "El distraído camino hacia la divinidad" en el “Libro homenaje a Vicente Gerbasi” (Fundación Vicente Gerbasi), junto con autores como Edda Armas, Victoria De Stefano, Patricia Guzmán, Joaquín Marta Sosa, José Pulido y Alfredo Pérez Alencart.
Como recopilador ha preparado la “Antología Esencial” del poeta Luis Beltrán Mago (Círculo de Escritores de Venezuela, 2008) y el volumen “3 obras de teatro” de Alejandro Lasser (Círculo de Escritores de Venezuela, 2009). Para ambos títulos preparó los estudios críticos que les sirven de presentación.
Sobre su obra narrativa o poética han escrito Ana Teresa Torres, Carlos Pacheco, Gina Saraceni, Arturo Gutiérrez Plaza, Carlos Sandoval, Violeta Rojo, Fedosy Santaella, Willy Mckey, Alejo Urdaneta, Enrique Viloria Vera, Miguel Gómes, Eduardo Casanova, Oscar Sambrano Urdaneta, Carmen Cristina Wolf y Alfonso Molina entre muchos otros.
Su obra dramatúrgica ha sido escenificada en Venezuela, México, España y Estados Unidos y ha sido motivo de análisis por críticos como Edgard Moreno-Uribe, Carlos Herrera, Javier Vidal, Morella Alvarado Miquilena, Luis Alberto Rosas, Diego Casasnovas e Irene Hernández Medina.
Grupos teatrales de Venezuela como Bagazos, Cannovaccio, Delphos han escenificado sus piezas, que ya sobrepasan la quincena, en ciudades como Maracaibo, Mérida, Puerto La Cruz, El Tigre, Guatire y en Caracas en espacios como el Teatro Teresa Carreño, el Ateneo de Caracas, la Sala Rajatabla, la sala Alberto de Paz y Mateos, el CELARG, el auditorio CorpGroup y el teatro Trasnocho. Además sus dramas han sido presentados en el marco de Festivales Internacionales como el de Oriente (Barcelona, Venezuela 2004) o el de Arte Contemporáneo de Colima, México, en el 2002. En el 2010 su pieza
Con José Tomás Angola (Caracas, 1967) la inquietud por interrogar, investigar y proponer, desde territorios que van de lo personal a lo histórico, se patentiza en una serie de textos que compromete con rigor una dramaturgia llena de ángulos discursivos. Contar con el apoyo del director y dramaturgo Gerardo Blanco, y su grupo Bagazos, para Los seres sobre las camas (1992) y Las cartas de Gabriel (1993), ayudó a Angola en sus primeros escarceos en el territorio profesional. Luego, con perseverancia al frente de La Máquina Teatro, el dramaturgo ha ido concretando escénicamente sus creaciones con grado más o grado menos de reconocimiento. El público (1995), El molino (1996), Josafat del desierto (1998), ¿Y si no amanece? (2000), El pasajero de la fragata (2000), Uno de los sesenta (2001) y otras piezas, aún en espera de ser montadas y editadas como Los bombarderos sobre Londres (2001-2002) o Greta y John (1996), lo exponen como un escritor lúcido, deseoso de seguir afianzándose.
Fuente: es.wikipedia.org